El último informe de la FAO sobre los bosques alerta sobre el peligro que sufren y muestra una serie de medidas que se están tomando para protegerlos

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha publicado junto con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) el informe anual El estado de los bosques del mundo 2020. Los bosques, la biodiversidad y las personas.

En un contexto de la pandemia del COVID-19 debemos recordar que la degradación y pérdida de los bosques es uno de esos factores que contribuyen a perturbar el equilibrio de la naturaleza y a aumentar el riesgo y la exposición de las personas a las enfermedades zoonóticas.

Además este año es también especial al ser el final del Decenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica y de la aplicación del Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020. Los diferentes países están haciendo esfuerzos para analizar el avance hacia los cinco objetivos estratégicos del Plan y las 20 Metas de Aichi para la Biodiversidad con objeto de conformar el marco de la biodiversidad mundial posterior a 2020.

Miles de millones de personas dependen de los bosques para su sustento, seguridad alimentaria y bienestar

La biodiversidad terrestre en su mayoría se encuentra en los bosques del planeta. Los bosques contienen más de 60.000 especies arbóreas diferentes. Proporcionan hábitats para el 80% de las especies de anfibios, el 75% de las especies de aves y el 68% de las especies de mamíferos. Y alrededor del 60% de todas las plantas vasculares se encuentran en los bosques tropicales. Los manglares ofrecen lugares de reproducción y de cría para numerosas especies de peces y crustáceos y contribuyen a retener los sedimentos que de otro modo afectaríana los fondos de algas y los arrecifes de coral, que son hábitats para la vida en el mar.

La relación de las personas con los bosques varía entre regiones, países y zonas y varía también entre el ámbito rural y el urbano. Pero lo que es seguro es que la mayor parte de la personas tienen alguna interacción con los bosques y su biodiversidad. Miles de millones de personas dependen de los bosques para su sustento, seguridad alimentaria y bienestar.

La función de los bosques en la mitigación del cambio climático es fundamental. También en el suministro de agua, proporcionando sombra, protección frente a los vientos, alimento y forraje para los animales y hábitats para muchos polinizadores. Por ello la mayor parte de la biodiversidad del mundo depende de cómo interactuemos con los bosques.

La producción de alimentos es una de las causas principales de la deforestación

La deforestación y la degradación de los bosques siguen produciéndose a ritmos alarmantes, lo que contribuye a la actual pérdida de biodiversidad. La mayoría de metas y objetivos relacionados con la biodiversidad forestal no se han alcanzado. No vamos por el camino para lograr Objetivos de Desarrollo Sostenible correspondientes. Además las tendencias negativas en la biodiversidad y los ecosistemas debilitarán el progreso hacia el resto de ODS.

La expansión agrícola es una de las principales causas de esta deforestación. La demanda de alimentos actual da lugar a prácticas agrícolas inadecuadas que deforestan bosques para la producción agrícola. Para luchar contra la deforestación y la pérdida de biodiversidad hay que proponer un cambio transformador en la manera en que producimos y consumimos alimentos. Se requieren prácticas agroforestales y de producción sostenible, la restauración de la productividad de las tierras agrícolas degradadas, la adopción de una alimentación más saludable y la reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos.

Las empresas del sector agroalimentario están llamados a cumplir sus compromisos con las cadenas de producción sin deforestación y aquellas empresas que no han adquirido compromisos de “deforestación cero” deben hacerlo. Los agronegocios deben ser responsables para el medio ambiente y el conjunto de la sociedad. Se deben revisar las políticas, en particular las fiscales y valorar los marcos regulatorios con el objetivo de proteger los bosques.

Debemos cambiar nuestra relación con la naturaleza

Este informe valora las contribuciones de los bosques y cómo las personas los gestionan para conservalos y usar de forma sostenible su biodiversidad. El informe valora los progresos para el logro de metas y objetivos mundiales correspondientes a la biodiversidad forestal y analizan las políticas y enfoques para la conservación y el desarrollo sostenible, que se repasan y muestran a través de un grupo de estudios de casos con novedosas iniciativas.

Se requiere una serie de medidas si queremos proteger los bosques: una gobernanza eficaz; la armonización de las políticas entre sectores y niveles administrativos; la seguridad de la tenencia de la tierra; el respeto por los derechos y el conocimiento de las comunidades locales y los pueblos indígenas; la mejora de la capacidad de hacer seguimiento de los resultados en materia de biodiversidad e inlcuir modalidades innovadoras de financiación.

Si no protegemos los bosques no habrá alimentación ni futuro.