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Lejos de lograr el ODS2 (Hambre Cero)
15 julio 2022
Ovejas_Pexels_Pixabay

Pixabay/Pexels

El informe analiza las perspectivas del sistema agroalimentario global en la próxima década

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha publicado la edición este año de OCDE-FAO Perspectivas Agrícolas 2022-2031.

Este texto analiza las tendencias económicas y sociales del sector agroalimentario a nivel mundial suponiendo que no haya grandes cambios en las condiciones climáticas o en las políticas actuales.

Los precios internacionales de los productos básicos agrícolas están altos, por la recuperación de la demanda tras la pandemia del COVID-19 y las interrupciones en el suministro y el comercio. Esta subida de los precios se han exacerbado por la guerra de Rusia y Ucrania. La guerra está teniendo un impacto considerable en los mercados agrícolas y de insumos, especialmente sobre el de los cereales y las oleaginosas, de los que Rusia y Ucrania son exportadores clave.

El entorno macroeconómico mundial durante los próximos 10 años es incierto. Se espera que la economía se recupere de la pandemia pero la guerra actual añade cierta incertidumbre a la situación actual. Las proyecciones del informe se han realizado bajo el supuesto de que los altos precios de la energía actuales se ajustarán para 2023 y permanecerán fjos para el resto de la década.

La demanda de alimentos provendrá principalmente de los países de ingresos bajos y medianos

Se ha previsto que el consumo mundial de alimentos, que es el principal uso de los productos básicos agrícolas, aumente en 1,4% anualmente durante los próximos diez años.

La demanda seguirá viniendo de los países de ingresos bajos y medianos. En los países de ingresos altos la demanda será limitada por el lento crecimiento demográfico y la saturación del consumo per cápita de varios grupos de alimentos.

En los países de ingresos altos, se espera que haya una mayor preocupación por la salud y medio ambiente que hará que el consumo per cápita de azúcar y de proteína animal se reduzca.

Por el contrario en los países de ingresos medios aumentará el consumo de alimentos y se diversificarán las dietas, lo que supondrá una proporción creciente de productos animales y grasas en los próximos años.

En los países de bajos ingresos la alimentación se seguirá basando en gran medida en los alimentos básicos. Y las proyecciones sugieren que el consumo de alimentos no aumentará lo suficiente para alcanzar el ODS 2 Hambre Cero para 2030.

En los países de ingresos medios y algunos países de ingresos medios-altos, el menor crecimiento de la producción ganadera y la mejora de la eficiencia de la alimentación deberían dar lugar a un crecimiento más lento de la demanda de piensos en relación a la última década.

La producción agrícola aumentará

Durante la próxima década, se prevé que la producción agrícola mundial aumente un 1,1 % anualmente. El informe anuncia un acceso más amplio a los insumos, así como mayores inversiones en tecnología para mejorar la productividad, la infraestructura y la capacitación como impulsores del desarrollo agrícola. Sin embargo, un aumento prolongado en los precios de la energía y los insumos agrícolas (por ejemplo, fertilizantes) aumentarán los costos de producción y pueden limitar la productividad y el crecimiento de la producción en los próximos años.

Las inversiones para aumentar los rendimientos y mejorar la gestión agrícola impulsará el crecimiento de los cultivos a nivel mundial. Se espera que haya un crecimiento anual del 1,5% en la producción ganadera y en la pesca.

Es necesario un mayor esfuerzo para reducir las emisiones de GEI

Perspectivas agrícolas muestra la importante contribución de la agricultura al cambio climático. Se prevé un aumento de emisiones directas de GEI de la agricultura en un 6 % en la próxima década, y un 90% de ese crecimiento se deberá a la ganadería.

Se necesitan más esfuerzos para que el sector agrícola contribuya a las reducciones globales de emisiones de GEI, tal como se establece en el Acuerdo de París sobre el cambio climático. Esto incluye adopción a gran escala de procesos y tecnologías de producción climáticamente inteligentes, especialmente en el sector de la ganadería.

El comercio agrícola es esencial para garantizar la seguridad alimentaria, la diversificación de las dietas y mejores ingresos rurales en muchas regiones. Se espera que algunas regiones exporten una cantidad cada vez mayor parte de su producción nacional (por ejemplo, América Latina y el Caribe, Europa y Asia Central). Y mientras se prevé que otros importen una parte cada vez mayor de su consumo total (por ejemplo, África subsahariana).

Lejos del ODS2

Parece evidente que de seguir así el ODS 2 no se logrará para 2030 y las emisiones de GEI de la agricultura seguirán aumentando.

Según el informe para lograr el Objetivo Hambre Cero y, al mismo tiempo, mantener las emisiones agrícolas encaminadas a alcanzar el objetivo del Acuerdo de París la productividad promedio agrícola mundial tendría que aumentar en un 28 % durante los próximos década. Esto es más del triple del aumento registrado en la última década.

Para cultivos, es necesario un aumento de los rendimientos globales de un 24%, es casi el doble del aumento logrado en la última década (13%). La productividad animal mundial tendría que aumentar un 31%, en promedio, superando ampliamente el crecimiento registrado durante la última década.

Es necesaria la inversión y la innovación agrícola y permitir la transferencia de conocimientos, tecnología y habilidades para poner al sector agrícola en el camino de la transformación hacia sistemas alimentarios sostenibles.



			

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