El informe de la FAO sobre los indicadores relacionados con la alimentación y la agricultura muestra que nos queda un largo camino para lograr la Agenda 2030
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO) ha publicado el informe de este año 2020 sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible: Seguimiento del progreso en los indicadores de los ODS relacionados con la alimentación y la agricultura.
Hace ya cinco años que se aprobó la Agenda 2030 y ahora con esta nueva publicación la analiza las tendencias de 21 indicadores en 6 Objetivos de Desarrollo Sostenible (2, 5, 6, 12, 14 y 15) bajo su custodia.
El informe está disponible en formato digital e incluye una evaluación del progreso realizado a nivel nacional, regional y mundial hacia el logro de los ODS.
Para entender mejor los resultados se ha elaborado un anexo metodológico y una tabla específica que resume los principales resultados. Además la pandemia actual que estamos viviendo a nivel global ha hecho que se añada una sección dedicada al impacto de COVID-19 en las estadísticas agrícolas y alimentarias.
En general los datos muestran que hay un escaso progreso hacia el logro de los ODS. El informe afirma que la pandemia por la COVID-19 ha dificultado más el logro.
De muchos de los indicadores no hay datos suficientes para evaluar tanto la situación actual como los progresos realizados. Uno de cada cuatro países afirma que la COVID-19 ha provocado perturbaciones en sus organismos estadísticos y que la mayoría de las actividades de recopilación de datos se han visto afectadas.
No hay datos suficientes de muchos de los indicadores
Aunque existe una evidente falta de datos el informe revela una serie de hallazgos clave. Ha habido un estancamiento en la «prevalencia de la subalimentación» que se utiliza para hacer un seguimiento de la meta 2.1 de los ODS. La FAO publicó a principios de verano su informe anual sobre el estado de la seguridad alimentaria donde se mostraban datos alarmantes.
Los datos sobre productividad agrícola son escasos, pero parece que los productores/as de alimentos en pequeña escala van por detrás de los/as de mayor escala. Los datos sobre los ingresos de los/as pequeños agricultores/as son más abundantes, pero muestran que los ingresos de los/as pequeños agricultores/as ascienden a menos de la mitad de los que obtienen los/as productores/as a mayor escala.
La igualdad de género, que se analiza desde el punto de vista de la tenencia de la tierra de las mujeres, está muy lejos de realizarse y muchos países no protegen adecuadamente los derechos de las mujeres sobre la tierra. El informe muestra que solo el 12 % de los países garantizan un grado muy elevado de protección de estos derechos.
Pero hay también algunas tendencias positivas como la mejora de la eficiencia en el uso del agua en Asia meridional. Ha habido un aumento de los esfuerzos de conservación de los recursos fitogenéticos en África septentrional o mejoras registradas en la lucha contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada.
La FAO ha puesto en marcha instrumentos innovadores para analizar los datos y ayudar a los países a seguir los progresos. Es importante que los países cooperen y trabajen juntos para buscar formas innovadoras que mejoren la obtención de la información necesaria para poder impulsar los cambios comprometidos en la Agenda 2030.