Un estudio realizado por la Universidad de Barcelona con apoyo de la Fundación Carasso realiza una medición aplicando la metodología de la escala FIES, utilizada por la FAO
Por primera vez se mide el nivel de inseguridad alimentaria en España. Basado en una escala internacionalmente reconocida y una encuesta representativa a los hogares españoles, este estudio ofrece información relevante y necesaria para el diseño de medidas y políticas que aborden el reto de mejorar el acceso a alimentos sostenibles a las personas en situación de vulnerabilidad.
La escala FIES de inseguridad alimentaria
Según la FAO, una persona padece inseguridad alimentaria cuando carece de acceso regular a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para un crecimiento y desarrollo normales y para llevar una vida activa y saludable.
Para el cálculo se ha utilizado la escala de experiencia de inseguridad alimentaria (FIES). Esta escala permite categorizar a las personas o a los hogares en diferentes niveles de severidad.
La encuesta FIES consta de ocho preguntas breves que se refieren a las experiencias del hogar del encuestado en su conjunto. Las preguntas se centran en experiencias y comportamientos relacionados con la alimentación que describen los encuestados, relacionados con dificultades crecientes para acceder a los alimentos debido a limitaciones de recursos:
Durante los últimos 12 meses, ¿ha habido algún momento en que, por falta de dinero u otros recursos:
- Se haya preocupado por no tener suficientes alimentos para comer?
- No haya podido comer alimentos sanos o nutritivos?
- Haya comido poca variedad de alimentos?
- Haya tenido que saltarse una comida?
- Haya comido menos de lo que pensaba que debía comer?
- Su hogar se haya quedado sin alimentos?
- Haya sentido hambre, pero no comió?
- Haya dejado de comer durante todo un día?
En función del número de respuestas afirmativas a estas 8 preguntas (sin diferenciar a qué preguntas se ha respondido de forma afirmativa) se establecen 4 niveles diferentes de inseguridad alimentaria en los que el estudio ha categorizado a cada hogar encuestado:
• 0 respuestas afirmativas: Seguridad alimentaria
• 1-3 respuestas afirmativas: Inseguridad alimentaria leve
• 4-6 respuestas afirmativas: Inseguridad alimentaria moderada
• 7-8 respuestas afirmativas: Inseguridad alimentaria grave
El estudio realizado
Esta investigación se enmarca en la iniciativa “Alimentando un futuro sostenible”, un proyecto que aporta evidencia científica sobre el problema de la inseguridad alimentaria en España antes y durante la pandemia de COVID-19, con el fin de visibilizar la importancia de la alimentación para construir sociedades sanas, prósperas y justas.
Por tanto, ofrece la primera encuesta representativa de hogares que sufren inseguridad alimentaria en España. Para llevarlo a cabo se ha utilizado la escala de experiencia de inseguridad alimentaria propuesta por Naciones Unidas y se han incluido otros datos socio-económicos, alimentarios y de salud relevantes como son el nivel de ingresos, la precariedad laboral, la recepción de ayudas o el estado de salud.
Resultados destacados de la investigación
La encuesta muestra que, en el período julio 2020 – julio 2021, un 13,3% de los hogares españoles experimentaban algún nivel de inseguridad alimentaria, es decir, casi 2,5 millones de hogares y, por tanto, alrededor de 6.235.900 personas.
Esto indica que el problema de los hogares españoles para acceder a alimentos adecuados es estructural y no está únicamente ligado a crisis coyunturales.
El 5,2% de los hogares españoles sufre inseguridad alimentaria moderada o grave. Es decir, casi un millón de hogares, que representan un total de 2.438.124 personas, han tenido que reducir su ingesta de alimentos por falta de recursos.
En España, el número de hogares que experimentan inseguridad alimentaria ha aumentado de un 11,9% a un 13,3% a raíz de la COVID-19. La inseguridad alimentaria grave se ha duplicado desde que empezó la pandemia.
Respuestas frente a la inseguridad alimentaria en España
La inseguridad alimentaria está en parte paliada por prestaciones y ayudas que reciben los hogares. Casi dos tercios de los hogares con inseguridad alimentaria reciben alguna prestación y/o ayuda. Un 57% las reciben de la Administración Pública y un 13% de familiares, amigos o vecinos.
En los hogares donde se produce inseguridad alimentaria dichas ayudas provienen principalmente de familiares, bancos de alimentos, amigos o vecinos y/o iniciativas de autoconsumo.
Este estudio evidencia que España se encuentra lejos de alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 2: Hambre cero.
A la vista de los resultados obtenidos con este trabajo, se plantea la urgencia de incluir la medición de los niveles de inseguridad alimentaria en estadísticas de alcance nacional. Esto permitiría monitorear el estado de la inseguridad alimentaria y del derecho a la alimentación en nuestro país.