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La huella de carbono de nuestro sistema alimentario
15 diciembre 2020
Campo cultivo

Visionpics/Pexels

Investigadores de la UPM han analizado las emisiones de gases de efecto invernadero del sistema agroalimentario español

Un grupo de investigadores de la ETSI Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas (ETSIAAB) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y adscritos al CEIGRAM, han coordinado el proyecto de investigación: Emisiones de gases de efecto invernadero en el sistema agroalimentario y huella de carbono de la alimentación en España. Este proyecto ha contado con el apoyo de de la Real Academia de Ingeniería.

En este estudio han usado la metodología del Análisis del Ciclo de Vida (ACV) y sus resultados muestran que la huella total de carbono de la alimentación en España, en toda la cadena, es decir desde la producción de insumos a la gestión de residuos, se ha multiplicado por 4 en términos totales y por 2,5 en términos per cápita entre 1960 y 2010. Ha pasado de de 1,5 a 3,6 toneladas CO2e per cápita al año.

El estudio analiza las emisiones de gases de efecto invernadero en toda la cadena alimentaria

En el estudio la huella de carbono se expresa, en términos de CO2 equivalentes (CO2e), la cantidad de gases de efecto invernadero (GEI) que se emiten y el carbono capturado en la elaboración de un producto o servicio.

Para el estudio se ha estimado la huella de carbono del sistema agroalimentario y de la alimentación de la población residente en España, contabilizando de manera pormenorizada las emisiones de GEI que se generan desde los campos de cultivo o las explotaciones ganaderas a la fabricación de los insumos agrícolas como fertilizantes o la producción de materias primas importadas para la producción de piensos (y deforestación asociada). Además también se ha analizado la gestión de residuos.

Se han considerado para la investigación tres cortes temporales para el análisis de la evolución temporal de las emisiones del sistema agroalimentario en su conjunto: 1960, 1985 y 2010, mientras que en el caso de la producción de cultivos se han estudiado cuatro cortes: 1900, 1960, 1990 y 2016.

Durante el periodo analizado, las emisiones de GEI de la producción vegetal se multiplicaron por 5, pasando de 7 a 34 millones de toneladas anuales de CO2e. En la actualidad dominan las emisiones por tracción mecánica, la energía y el metano de los embalses del riego, la producción de fertilizantes y el óxido nitroso liberado en suelos agrícolas fertilizados.

Por otro lado, la industrialización agraria también ha supuesto un aumento de la productividad, que ha llevado a una reducción de la huella de carbono por unidad de producto en la mayoría de los cultivos a partir de 1990.

La gran parte de las emisiones derivadas de alimentos consumidos están asociadas a alimentos de origen animal

Las emisiones de la producción ganadera se incrementaron respecto a los niveles de principios del siglo XX, pasando de 8 a 75 millones de toneladas anuales de CO2e. Se transitó de un balance dominado por el metano entérico a otro en el que tienen gran peso el manejo de estiércol (sobre todo purines) y especialmente la producción de piensos. Se han analizado tanto la producción de piensos locales como los importados, que se han asociado a importantes emisiones por deforestación.

La mayor parte de las emisiones derivadas de la producción de alimentos consumidos por la población española (añadiendo el turismo neto y descontando las exportaciones) están asociadas a alimentos de origen animal (81% del total), que representan 1,6 toneladas de CO2e per cápita al año, frente a 0,4 toneladas asociadas a alimentos de origen vegetal.

Los datos muestran que hay un gran potencial para mitigar los efectos del sistema agroalimentario en toda la cadena alimentaria, incluyendo la reducción del desperdicio alimentario y la promoción de hábitos de consumo más sostenibles y saludables.

El estudio surge en el momento de la implementación de políticas que buscan alcanzar sistemas alimentarios sostenibles. Como la Estrategia de la Comisión Europea «De la granja a la mesa» en el marco del Pacto Verde Europeo.

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