Un informe de la ONU analiza el desperdicio de alimentos en los puntos de venta, hogares y restaurantes
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la organización asociada WRAP ha publicado el Índice de desperdicio de alimentos 2021. Este informe analiza el desperdicio alimentario que se produce en los puntos de venta, restaurantes y hogares. El análisis considera no solo los alimentos, sino también las partes no comestibles, como pueden ser los huesos y las cáscaras.
El informe es una recopilación, análisis y el modelo de datos más completos hasta la actualidad sobre el desperdicio de alimentos. Ofrece una metodología para que los diferentes países puedan hacer sus propias mediciones. Se han identificado 152 puntos para la medición del desperdicio de alimentos en 54 países.
El informe muestra que 931 millones de toneladas de alimentos, o 17% del total de alimentos disponibles para las personas consumidoras en 2019, se desperdiciaron en los hogares, minoristas, restaurantes y otros servicios alimentario. Una cantidad de alimentos que equivale a 23 millones de camiones de 40 toneladas completamente cargados, suficiente para dar siete vueltas a la Tierra.
El 11 % del desperdicio alimentario procede de los hogares
Según el informe Índice de desperdicio de alimentos 2021 el 11 % del desperdicio proviene de los hogares. Los servicios de alimentación desperdician un 5% y los establecimientos minoristas un 2%.
A nivel mundial, per cápita, cada año se desperdician 121 kilogramos de alimentos a nivel del consumidor. 74 de esos kilos se desperdician en los hogares. El informe también incluye estimaciones per cápita regionales y nacionales.
En la presentación del documento el director ejecutivo de WRAP Marcus Gover ha señalado que durante mucho tiempo, se ha asumido que el desperdicio en el hogar era un problema solo en los países desarrollados. El informe muestra que no es exactamente así.
Es importante medir el desperdicio alimentario
El 75% de la población mundial vive en algún país con una estimación de desperdicio de alimentos directamente observada a nivel doméstico, por ello la confiabilidad de la estimación en los hogares es mayor. En cambio, puesto que las estimaciones directas son mucho más bajas al nivel de los minoristas y los servicios de alimentos, la confianza en las estimaciones en estos sectores es menor.
Los datos que permiten desglosar los alimentos desperdiciados de las partes no comestibles están disponibles en algunos países de ingresos altos y muestran una división de 50% en promedio al nivel de los hogares. La proporción de partes no comestibles es una brecha de conocimiento importante y puede ser mayor en los países de bajos ingresos.
Desperdiciar alimentos tiene un gran impacto
Tirar comida tiene impacto social, económico y medioambiental. Reducir el desperdicio es una de las metas a cumplir de la Agenda 2030: «reducir a la mitad el desperdicio mundial de alimentos per cápita a nivel de los minoristas y los consumidores y reducir las pérdidas de alimentos a lo largo de las cadenas de producción y suministro«.
Debemos implementar medidas en las diferentes fases de la cadena alimentaria para reducir el desperdicio, y para crear medidas que tengan impacto es necesario hacer un diagnóstico del desperdicio, saber cómo, dónde y por qué se desperdicia.