A final de 2021 la FAO ha lanzado una nueva publicación sobre esta cuestión, con importantes contribuciones de más de 30 investigadores de todo el mundo
Proporcionar dietas saludables dentro de los límites ambientales sigue siendo un problema clave de sostenibilidad. Los sistemas agroalimentarios contribuyen de manera importante al cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la degradación ambiental. Y además, el aumento de las tasas de hambre y desnutrición afecta a cientos de millones de personas en todo el mundo; las dietas saludables no son asequibles para las poblaciones más vulnerables.
Los sistemas agroalimentarios actuales están fallando en términos de su contribución a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Para navegar por la complejidad de estos desafíos, las políticas relacionadas con los sistemas agroalimentarios deben centrarse en sus impactos económicos, sociales, ambientales, culturales, nutricionales y de salud, tanto directos como indirectos.
Se debe prestar especial atención a los más pobres y vulnerables, a la desnutrición y a abordar las barreras en el acceso a los alimentos para una dieta saludable. Esto requiere enfoques y herramientas neutrales, equilibrados y basados en la ciencia, y datos fiables para permitir un análisis sólido de las interdependencias y las compensaciones, para garantizar que las transformaciones deseadas se produzcan a la escala y velocidad necesarias.
Metodología de la evaluación del ciclo de vida de los alimentos
Frente a ello, la Evaluación del ciclo de vida (LCA, por sus siglas en inglés) es una de las herramientas que utilizan los encargados de formular políticas sobre sistemas alimentarios para proporcionar una base confiable para evaluar y comparar las dietas saludables dentro de los límites ambientales en diferentes contextos. Esto es particularmente útil cuando se observa el impacto ambiental de varios alimentos y su contribución a la salud humana, la asequibilidad y la accesibilidad.
La publicación de la FAO titulada ‘Integración del medio ambiente y la nutrición en la evaluación del ciclo de vida de los alimentos: oportunidades y desafíos’ es un primer paso para abordar algunas de estas limitaciones. Puede ayudar a los responsables de la formulación de políticas a utilizar enfoques basados en la ciencia para evaluar el impacto de las decisiones y las intervenciones para obtener resultados de sostenibilidad más amplios.
La publicación es el resultado de un proyecto en el que participan 30 investigadores de 18 países. Los resultados proporcionan una base sólida para futuras investigaciones para mejorar la metodología LCA nutricional y aplicarla para identificar soluciones que minimicen las compensaciones entre nutrir a las poblaciones y salvaguardar el medio ambiente.