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Coherencia de políticas para sistemas alimentarios que acaben con el hambre
3 mayo 2023
Cactus

Pavel Neznanov/Unsplash

«El derecho a la alimentación debe estar en el centro de la transformación de los sistemas alimentarios» ha señalado Gabriel Ferrero, presidente del CSA, en la 4ª conferencia global del Programa de Sistemas Alimentarios Sostenibles

El pasado 24 de abril, el presidente del Comité de Seguridad Alimentaria de Naciones Unidas ha tenido las palabras de apertura de la conferencia «La transformación que necesitamos: salir de la crisis global mediante la configuración de sistemas alimentarios sostenibles, resilientes, saludables e inclusivos». Su reflexión a girado en torno a la gobernanza global de los sistemas alimentarios. Ha destacado que el derecho a la alimentación debe estar en el centro de la transformación de los sistemas alimentarios.

Ha estructurado su intervención en torno a cuatro preguntas:

  1. ¿Por qué necesitamos repensar la gobernanza global de los sistemas alimentarios?
  2. ¿Cuáles son los desafíos clave para la gobernanza de los sistemas alimentarios?
  3. ¿Cuáles son los principios básicos para la buena gobernanza de los sistemas alimentarios?
  4. ¿Cómo contribuye el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial?

¿Por qué necesitamos repensar la gobernanza global de los sistemas alimentarios?

El primer lugar, por el hambre y la desnutrición persistentes. Se estima que entre 702 y 828 millones de personas en todo el mundo se vieron afectadas por el hambre en 2021, unos 150 millones más desde el estallido de la pandemia de COVID19. Con solo ocho años para 2030, es poco probable que se logren las metas del ODS 2 en muchas partes del mundo a menos que cambiemos drásticamente de rumbo.

En segundo lugar, porque el cambio climático, la agricultura, los sistemas alimentarios, las dietas y la nutrición están interconectados. Los sistemas alimentarios contribuyen a aproximadamente un tercio de todas las emisiones de gases de efecto invernadero y ejercen presión sobre la biodiversidad, los suelos y el medio ambiente. Además, el cambio climático afecta todas las dimensiones de la seguridad alimentaria, así como la cantidad, calidad, seguridad y, en última instancia, los precios de los alimentos. Esto pondrá las dietas saludables más lejos del alcance de los 3.100 millones de personas que no pueden permitírselas en la actualidad.

La buena noticia es que la agricultura, los sistemas alimentarios y quienes participan en ellos pueden lograr simultáneamente la triple victoria: acabar con la pobreza, alcanzar la prosperidad y cuidar del planeta, al tiempo que garantizan la seguridad alimentaria y la nutrición. Hablamos de los pequeños agricultores y la agricultura familiar, cooperativas, pueblos indígenas y empresas agrícolas y alimentarias responsables.

Por lo tanto, este primer desafío exige una gobernanza integrada, es decir, medidas y políticas globales, por parte de gobiernos, instituciones, empresas, etc. que permitan alcanzar el ODS 2 teniendo como guía la prosperidad de las personas y el planeta.

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