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Aprovechar la automatización de la agricultura para mejorar los sistemas alimentarios
24 noviembre 2022
Señor con máquina agraria

Tomi Fisk/Pexels

Es el tema principal del informe de la FAO El estado mundial de la agricultura y la alimentación 2022

Ya está disponible el último informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) El estado mundial de la agricultura y la alimentación 2022, donde se aborda la realidad de la agricultura, un sector que está experimentando un profundo cambio tecnológico y de automatización de forma cada vez más rápida.

En este informe se analizan los beneficios y retos a los que se enfrenta la automatización agrícola. Se disipan mitos asociados, se recomiendan formas de avanzar y se muestran esferas en las que se necesitan invertenciones políticas para conseguir un desarrollo que sea inclusivo y sostenible.

La automitazación en el sector agroalimentario es cada vez es mayor. En el sector de la producción ganadera, por ejemplo, las tecnologías basadas en el marcado electrónico de los animales, así como robots de ordeño, están extendiéndose cada vez más en algunos países.

La automatozación es un fenómeno nuevo pero se ha acelerado en los últimos dos siglos

Pero según el informe el cambio tecnológico no es un fenómeno nuevo. Estamos siendo testigos de las consolidación de un largo proceso de cambio tecnológico en este sector que se ha ido acelerando a lo largo de los dos últimos siglos. Esto ha permitido: aumentar la productividad, reducir el trabajo pesado en las tareas agrícolas, liberar mano de obra para otras actividades y en general mejorar los medios de vida y el bienestar humano.

La evolución histórica revela cinco categorías de tecnologías: la introducción de herramientas manuales; el uso de la tracción animal; la mecanización motorizada desde la década de 1910; la introducción de equipo digital desde la década de 1980; y, más recientemente, la introducción de la robótica.

La automatización a la que se refiere este informe comienza con la mecanización motorizada, que ha automatizado considerablemente el componente relativo en las actividades agrícolas.

La automatización tiene beneficios y riesgos

Pero no todos los/as productores/as agrícolas en todos los países se encuentran en la misma fase. Además existe una extendida preocupación por las posibles repercusiones socioeconómicas negativas del cambio tecnológico que permita ahorrar mano de obra. Sin embargo, esto no ha sido así, debido a que la automatización de la agricultura forma parte del proceso de transformación estructural, y se ha liberado gradualmente trabajadores/as agrícolas, permitiéndoles incorporarse a actividades rentables en otros sectores como la industria y los servicios.

Lo que es evidente es que esta automatización trae consigo beneficios y riesgos.

Los beneficios de la automatización pueden contribuir a la transformación de los sistemas agroalimentarios: haciéndolos más eficientes, productivos, resilientes, sostenibles e inclusivos. Puede aumentar la productividad de la mano de obra, la rentabilidad de la agricultura o mejorar las condiciones laborales de los trabajadores agrícolas. Y puede también generar nuevas oportunidades de emprendimiento en las zonas rurales, reducir las pérdidas de alimentos y mejorar la calidad de los productos y su inocuidad.

También pueden aportar beneficios en relación a la sostenibilidad ambiental y la adaptación al cambio climático, contribuyendo a alcanzar varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Debe ser inclusiva y promover la sostenibilidad

Hay también riesgos. Si la automatización es rápida y no se ajusta a las condiciones socioeconómicas y del mercado laboral locales, puede producirse efectivamente un desplazamiento de mano de obra. Además puede aumentar la demanda de trabajadores/as altamente cualificados y reducir la demanda de trabajadores/as no cualificados.

Y si los grandes productores agrícolas prósperos tienen mayor acceso a la automatización que los productores más pequeños y pobres, se corre el riesgo de que se agrave las desigualdades. Al igual que si no se implenta correctamente puede atentar contra la sostenibilidad agrícola.

La función que corresponde a los gobiernos es crear un entorno propicio que facilite la adopción de soluciones de automatización convenientes. Resulta fundamental invertir en infraestructura de apoyo y mejorar el acceso a los servicios rurales (por ejemplo, financiación, seguros, educación) para garantizar el acceso a estas tecnologías, en particular a los grupos marginados, como los/as pequeños/as productores/as agrícolas y las mujeres.

Potenciar las competencias digitales mediante educación y capacitación es asimismo esencial para facilitar la introducción y evitar brechas digitales basadas en la desigualdad de conocimientos y habilidades.

La automatización debe adaptarse al contexto local, no solo en lo que respecta a las características de los productores/as, sino también a las condiciones biofísicas, topográficas, climáticas y socioeconómicas locales.

Los riesgos son reales y se reconocen, pero la FAO considera necesaria la automatización para lograr la seguridad mundial a nivel global, y para ello deberá ser inclusiva y promover la sostenibilidad.


Accede al informe digital completo (inglés)

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