Estas Directrices voluntarias apoyarán a los países en sus esfuerzos por erradicar todas las formas de hambre y malnutrición
Durante la 47º reunión del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CSA) se aprobaron las primeras Directrices voluntarias sobre los sistemas alimentarios y la nutrición. Estas directrices pretenden dar apoyo a los países para erradicar todas las formas de hambre utilizando para ello un enfoque integral basado en los sistemas alimentarios.
Estas Directrices voluntarias son una herramienta para aborda la malnutrición en los distintos sistemas agroalimentarios de manera coherente y holística.
Incluyen recomendaciones destinadas a reducir la fragmentación de las políticas entre los sectores pertinentes haciendo hincapié en los sectores de la alimentación, la agricultura y la nutrición. También se aborda la sostenibilidad económica, social y ambiental que repercuten en los sistemas alimentarios y deben tratarse en todos los niveles.
La lucha contra la malnutrición en sus diferentes formas, como desnutrición, carencias de micronutrientes, sobrepeso y obesidad, es uno de los retos a escala mundial más urgentes.
El hambre está aumentado y según los datos hasta 130 millones de personas más están viéndose víctimas del hambre debido a pandemia del COVID-19. Por otro lado dos mil millones de personas sufren carencias de micronutrientes y aumenta el número de adultos que tienen sobrepeso o son obesos. Además más de 3.000 millones de personas no pueden permitirse una dieta saludable.
Estas Directrices son el resultado de una negociación quinquenal llevado a cabo por múltiples partes interesadas, están fundadas en las aportaciones científicas del Grupo de alto nivel de expertos del CSA y de un equipo de trabajo técnico integrado por miembros del Grupo asesor del CSA.
Estas Directrices pretenden crear políticas que luchen contra la malnutrición
Servirán como apoyo para elaborar políticas, leyes, programas y planes de inversión nacionales coordinados y multisectoriales dirigidos a facilitar el logro de dietas inocuas, saludables y nutritivas mediante sistemas alimentarios sostenibles y a poner en práctica el Marco de acción de la Segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición (CIN2) de conformidad con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Los sistemas alimentarios determinan las dietas y el estado nutricional de las personas. Constituyen una red de actividades: la producción, la elaboración, la manipulación, la preparación, el almacenamiento, la distribución, la comercialización, el acceso, la adquisición, el consumo y la pérdida y el desperdicio de alimentos, así como los productos de estas actividades, incluidos los resultados sociales, económicos y ambientales.
Las recomendaciones de las Directrices voluntarias se centran:
- Promover una gobernanza transparente y responsable
- Cadenas de suministro sostenibles
- Acceso en condiciones de igualdad y equidad a dietas saludables por medio de sistemas alimentarios sostenible
- Inocuidad alimentaria en los distintos sistemas alimentarios sostenibles
- Conocimientos, la educación e información en materia de nutrición, la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer
- Fomento de la resiliencia de los sistemas alimentarios en un contexto humanitario
Las Directrices voluntarias serán además una buena contribución para la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios, que está previsto que tenga lugar en septiembre de este año.