La investigación sobre el estado mundial de los sistemas alimentarios muestra que en 54 países, de los que se disponen datos, más de la mitad de la población no puede permitirse una dieta saludable; solo 29 países reconocen explícitamente el derecho a la alimentación; y solo cuatro abordan una distribución equitativa de la propiedad de la tierra entre hombres y mujeres
Los sistemas alimentarios son fundamentales para el bienestar humano, pero también inciden sobre la salud del planeta. La forma en que se desarrollan tiene un gran impacto en las posibilidades de avanzar hacia el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Hay muchos aspectos de los sistemas alimentarios que repercuten en la mala salud de las personas y del planeta (emisiones de GEI, degradación de los suelos, sobreexplotación de recursos hídricos, pérdida de biodiversidad…) Estos desafíos exigen una transformación urgente de los sistemas alimentarios y, para ello, es necesario comprender el estado de dichos sistemas en sus diversas funciones.
Iniciativa para el seguimiento y transformación de los sistemas alimentarios
La iniciativa de Cuenta Atrás de los Sistemas Alimentarios (FSCI, por sus siglas en inglés) nace en 2021 a partir de la Cumbre sobre Sistemas Alimentarios y pretende dar seguimiento a una serie de indicadores que muestran del estado de la transformación de los sistemas alimentarios mediante una colaboración interdisciplinaria de científicos.
A lo largo de este proceso de dos años, la colaboración estableció un marco de cinco temáticas para supervisar los sistemas alimentarios:
- Dietas, nutrición y salud
- Medio ambiente, recursos naturales y producción
- Medios de vida, pobreza y equidad
- Gobernanza
- Resiliencia
Mediante un riguroso y participativo proceso se definieron 50 indicadores que permitieran supervisar los cambios en estos cinco temas, proporcionando una imagen completa y concisa de los sistemas alimentarios. También servirán para revelar posibles lagunas de datos que deben completarse para mejorar el seguimiento de estos sistemas en el futuro.
A partir de estos indicadores, la FSCI proporciona análisis anuales para informar las prioridades y acciones de políticas, empresas y ONG. Apoya la transformación de los sistemas alimentarios, para que sean equitativos, sostenibles y resilientes y contribuyan positivamente a alcanzar los ODS para 2030 y otros objetivos globales.