Reflexiones y propuestas sobre la transición alimentaria en España, aportados por 53 expertos/as a lo largo de dos años de colaboración
El día de 2 de marzo se presentó el “Libro blanco de la alimentación sostenible en España”, realizado por la Fundación Alternativas y la Fundación Daniel & Nina Carasso. Esta publicación identifica y propone las principales claves para lograr una transición hacia sistemas alimentarios sostenibles y resilientes.
El libro fue encargado por la Fundación Carasso a la Fundación Alternativas para recoger conocimientos, experiencias y aprendizajes que se han ido acumulando en los 8 años de trabajo de la Fundación en España. Durante 2 años, 53 autores, tanto investigadores y como representantes del tercer sector, han trabajado conjuntamente para definir y articular el contenido del libro en un proceso colectivo que ha resultado sumamente enriquecedor.
Planteamiento del libro
El objetivo era identificar y proponer las principales claves para lograr una transición hacia sistemas alimentarios sostenibles y resilientes. Esto se plasma en cada uno de los 13 capítulos temáticos que componen el volumen, a través de una serie de medidas recogidas a modo de propuesta para su implementación por parte de los tomadores de decisiones.
En la presentación del libro se puso de manifiesto que la alimentación tiene multitud de conexiones con otros sectores. Así por ejemplo, desde el punto de vista del cambio climático, no se podrán alcanzar las metas establecidas en el Acuerdo de París si no se actúa sobre el sistema alimentario. Desde el punto de vista de la salud, la alimentación actual tiene un enorme peso de enfermedad; el coste directo de la atención sanitaria relacionada con la obesidad es de 1.250 millones al año. Por ello, es necesario que sanitarios y expertos en producción alimentaria dialoguen sobre alimentación saludable y sostenible.
Contenido
El libro blanco de la alimentación sostenible en España trata 13 temáticas que resultan clave para la necesaria transición alimentaria:
- Inseguridad alimentaria: más allá de las colas del hambre
- Posibles contribuciones a una alimentación sostenible desde las cadenas de valor
- Sistemas agrícolas que minimicen impactos medioambientales y favorezcan la adaptación al cambio global
- Necesaria transición de los sistemas ganaderos: menor producción y consumo, pero de mayor calidad
- La pesca y la acuicultura en España
- Hacia un ciclo hídrico sostenible en la alimentación: Medidas de gestión de la demanda y una visión ecosistémica de la oferta
- Logística y distribución asociativa
- Enfoques territoriales para una alimentación sostenible y un mundo rural vivo
- Consumo alimentario responsable
- Inocuidad de los alimentos: riesgos químicos evitables
- Educación para una alimentación sostenible y saludable
- La publicidad alimentaria en España: análisis de la realidad y propuestas de mejora
- Efectividad de las políticas fiscales para una alimentación sostenible
Papel de las políticas públicas
A la vista de los problemas de insostenibilidad de los sistemas alimentarios tanto a nivel global como en nuestro país, es necesario desarrollar políticas públicas bien orientadas. En la presentación se señaló que hay pistas sólidas, fundadas en conocimiento científico, para tomar decisiones en este sentido.
En relación con ello, se señaló que hay una enorme diversidad de modelos productivos en España y no se pueden achacar las mismas características y efectos a todos. Por ello es necesario revisar el marco de incentivos a la producción de alimentos para reconducir aquellos modelos más agresivos con el medio ambiente.
En este contexto, no se puede olvidar la vulnerabilidad alimentaria de muchos seres humanos: unos 3.000 millones de personas sufren algún tipo de malnutrición. Frente a ello, el elemento central que debe orientar la transición alimentario es el derecho a la alimentación saludable y sostenible.
Para ello, se señalaron tres ejes o enfoques de transformación del sistema alimentario, que es una tarea colectiva: un enfoque sistémico de los procesos y sus impactos; un enfoque territorial, que tenga en cuenta que cada lugar es diferente y, por tanto, se requiere adaptación; y un enfoque centrado en las personas y en su derecho a la alimentación.